viernes, 2 de septiembre de 2011

CAPÍTULO 1: El nuevo

Si me dieran una moneda cada vez que me dicen “Te quiero” sería muy rica, pero verdaderos…

Por eso no quiero volver a enamorarme, y lo dejo por escrito que no me volveré a enamorar… a no ser que sea de la persona que me quiera más que a su vida. Alguien del que me sea fácil ser feliz, esa persona que me quiera más que a su vida, que la diera por mí.

Pero un nuevo curso comienza, y no aunque no me quiero topar con Aarón, ya sé que él ya tendrá una nueva novia y que quedamos como amigos, pero no sería capaz de mirarlo a la cara. Ya que, me pasé medio verano llorando por él y el otro medio intentando olvidarlo, y si me lo encontrara ahora, recordaría todo y no quiero volver a sufrir.


Lo primero que vino a hacer fue presentarme a su nueva novia. Presumió de lo guapa que era, de las buenas notas que sacaba, de su alta categoría social y de su popularidad. La cosa es que era tan popular que todo el mundo la conocía. Entonces dijo con un tono dulce como la miel haciéndose pasar por un gran ex:

- Hola Luz te voy a presentar a mi nueva novia Dafne. Dafne te presento a mi ex Luz.

- Hola, he oído hablar mucho de ti Luz y por cierto me encanta tu nombre e tan luminoso, tan bonito… - me dijo con una voz esnob y pija.

- Hola, yo también he oído hablar mucho de ti, gracias por lo del nombre, el tuyo también es muy bonito, muy principesco… – dije mintiendo en casi todo lo que decía, porque nunca oí hablar de ella y porque su nombre no me gustaba.

Me tocó entrar a clase en esos instantes, menos mal. Revisé bien que esa fuese mi clase, era la clase de los listos y aun encima eran todos guapos. Pero no, no me había equivocado. Yo entre ellos destacaba mucho, no era tan guapa como ellos, era lista, pero no tanto. Lo que más me llamó la atención fue un chico, era nuevo. Era alto, muy esbelto, tenía unos ojazos verdes y una piel pálida, blanca como un papel. Tenía hasta un nombre perfecto: William. También, por lo que pude observar, muy listo. Lo sentaron casi a mi lado, me estaba empezando a obsesionar cuando me pidió un bolígrafo, entonces decidí no enamorarme de él, porque sería otro chico superficial y estúpido… pero me equivoqué…

A medida que pasaba el tiempo yo me iba fijando que no era como los demás, tenía unos gestos más delicados, era muy callado, siempre estaba solo. Nunca hablaba con nadie, aunque la gente le insistía para que fuese con ellos, pero él no iba.

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