viernes, 2 de septiembre de 2011

CAPÍTULO 2: El trabajo

Un día el profesor de sociales, nos propuso un trabajo en parejas (lo malo era que las hacía él) sobre la revolución francesa. Entonces, como él elegía, nos puso a William y a mí juntos.

Ese día yo estaba sola, yo era un poco solitaria y en ocasiones me gustaba sentarme y pensar en mis cosas sin nadie a mi alrededor, se me acercó tan rápidamente que me asusté. Él se debió dar cuenta y dijo:

- Lo siento si te he asustado, pero quería preguntarte cuando haremos el trabajo – dijo, su voz era como un sueño.

- No sé, cuando te venga bien a ti – dije pensando en donde haríamos el trabajo.

- Yo siempre estoy libre, pero prefiero el mediodía o la tarde pero antes del crepúsculo, si te parece.

- Como quieras, pero, ¿Dónde hacemos el trabajo?

- ¿En… tu casa?

- ¿O en la tuya?

- No, de momento no. Primero vamos a tu casa y otro día a la mía, ¿Te parece?

- Vale, ¿Cuándo?

- ¿Hoy puedes?

- Vale al salir de clase.

- Como quieras – dijo y con una sonrisa se fue a dónde iba él normalmente, a desaparecer.

Poco después se acercó a mi Dafne, cosa rara porque, aunque ella iba a mi clase no me hablaba. De repente dijo:

- ¿Qué hacías tú hablando con William? – dijo con un tono de exigencia que parecía su novia.

- Estábamos quedando para hacer el trabajo de sociales, ¿Algún problema?

- Si, no te acerques a él. Si no habla con nosotros no puede hablar contigo.

- Pero si tenemos que hacer un trabajo, estás muy loca.

- Bueno al menos Aarón me prefiere a mí.

- Mira lo que me importa y de lo que te sirve restregármelo por la cara – dije y me fui de ese sitio.

En clase me llegó una notita que decía:

Por cierto, ¿Dónde vives?

Observé la letra, no era de nadie de los que habitualmente me solían escribir. Era de William. Me di cuenta porque era una pregunta que solo él haría. Todo el mundo sabía donde vivía cada uno, menos él.

En la urbanización de los cerezos, en el nº 30

Se la pasé y me hizo un gesto de afirmación. Tenía un presentimiento muy raro, era como si ya supiese quien era William, pero no sabía el porqué.

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